NADA QUE SE DESPEGA EN EL ATANASIO
Cuando Independiente Medellín se alistaba para celebrar una victoria 1-2 en el clásico antioqueño 272, un penalti mal sancionado por el juez del partido, Ímer Machado, cambió la historia de juego en el último minuto al permitir que Atlético Nacional igualara, desde los doce pasos, con el cobro certero de Luis Fernando Mosquera.
Y esa equivocada decisión arbitral, porque la mano de Jorge Arias no existió, fue la directamente responsable del 2-2 en el Atanasio Girardot, porque en los 90 minutos los méritos para quedarse con el ‘derbi’ paisa los hizo el ‘Poderoso’, cimentado en una gran tarde de Felipe Pardo, quien le anotó los dos goles.
El técnico Hernán Darío Gómez, tres semanas atrás, había anunciado que este clásico sería a otro precio, tras soportar la goleada 3-0 que le ajustó el verde en el pulso anterior. Y esa premisa caló en sus dirigidos. Así lo demostraron desde el arranque del choque con su orden, sacrificio, presión y contundencia.
Y aunque el propio ‘Bolillo’ le colgó a Nacional anticipadamente el rótulo de campeón, el rojo no se comió el cuento y en la cancha lo superó. No solo fue más en lo individual, sino en lo colectivo. Además, el DIM le dio de su propia medicina a la escuadra verdolaga, al proponer ofensivamente por los costados con la velocidad de Pardo y John Viáfara.
Con justicia, el ‘Poderoso’ alcanzó su primera anotación al minuto 27. Viáfara levantó un centro perfecto para que Pardo se elevara y con buen gesto técnico marcara de cabeza y pusiera el 0-1, con algo de complicidad de Francisco Nájera y del propio Gastón Pezzuti.
Esa ventaja le dio la suficiente confianza al Medellín para seguir dominado el clásico, incluso Germán Cano pudo haber enviado al DIM al descanso con una ventaja más amplia. Así mismo, Viáfara y Pardo, en buena parte del primer tiempo, hicieron ver mal al Nájera y a Farid Díaz, porque siempre que se atrevieron ganaron en el mano a mano con los laterales verdolagas.
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